Había una camiseta que rezaba “Yo era normal antes del tercer gato”. Pues bien, esta isla, Aoshima, va bastantes pasos más allá y tiene 15 habitantes humanos y más de 100 gatos. No es la única Isla de los Gatos que hay en Japón, pero sí que es de las más famosas.
Aoshima es una pequeña isla de pescadores situada en la prefectura de Ehime. Al finalizar la II Guerra Mundial, la población llegaba a los 900 habitantes, pero poco a poco se fueron marchando y solo quedaron unos pocos ancianos que se negaron a partir de lo que había sido su casa durante toda su vida.
Los barcos mercantes que llegaban a la isla, cuando los barcos mercantes todavía se acercaban a la isla, llevaban a bordo gatos para acabar con las plagas de ratas que muchas veces infestaban sus naves. Más de uno, asqueado de la vida en el mar, decidía desertar discretamente y quedarse a vivir en Aoshima.
Así los gatos se fueron acumulando en la isla y los humanos desapareciendo igual que los buques mercantes y los barcos pesqueros. Los habitantes bípedos, que ya no trabajan debido a su avanzada edad, dedican su tiempo a cuidar y alimentar a los felinos.
¿DÓNDE ESTÁ EL PLAN DE MÁRQUETIN?
A la isla llega un ferry en el que caben 34 personas dos veces al día. Eso es todo. No hay ningún otro servicio: no hay restaurantes, ni hoteles, ni tiendas de recuerdos, ni máquinas expendedoras… Nada. Vas, ves los gatos y vuelves. Y esto, en los tiempos en los que vivimos, sí que es la gran noticia que debería asombrarnos a todos.
UN PROBLEMA DE OBESIDAD
Entre la comida que se buscan, la que les dan los habitantes humanos y la que reciben de los turistas, los gatos están inmersos en una curva hacia la obesidad que empieza a preocupar a los expertos. Además, el ejercicio que hacen los felinos es escaso, ya que no cazan porque, básicamente, no les hace falta, y también han terminado con todas las plagas de la isla que les podrían interesar.
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